Vacaciones en Noruega en julio
Uno de los países de la península escandinava sigue siendo un misterio para muchos habitantes del planeta tierra. Noruega no puede presumir de resorts elegantes, calor y mar cálido, pero tiene sus propios puntos turísticos que hacen que este país sea muy atractivo..
La moderada belleza de los paisajes del norte, los viajes a los fiordos locales, incluidos en la lista de monumentos naturales de la UNESCO, hacen que las vacaciones en Noruega sean fabulosamente únicas en julio.
Clima de julio
Noruega se encuentra a mediados del verano con un clima bastante cálido, en la playa a +18 ºC no se puede caminar mucho, pero para un programa de excursiones ocupado, el momento más adecuado. Hace más frío por la noche, la temperatura es de +14 ºC, por lo que un suéter y una chaqueta cálidos no dolerán.
Cumpleaños de la amada reina
El 4 de julio, los residentes de Noruega celebran solemnemente el cumpleaños de Sonya, su reina. En honor a esta fiesta, las banderas nacionales se elevan en todo el país, en grandes ciudades y pequeños pueblos. Y, aunque el día no es un fin de semana oficial, esto no impide que los noruegos y sus invitados celebren y se diviertan..
12 de julio - Día del fiordo
Esta fiesta es internacional, ya que otros países escandinavos participan en ella, con fenómenos increíbles creados por la naturaleza en sus territorios. Los fiordos más bellos se encuentran en el territorio del Reino de Noruega, del cual, por supuesto, los lugareños están muy orgullosos. Hacen muchos esfuerzos para, por un lado, preservar la belleza virgen y, por otro, atraer nuevos turistas..
Los eventos dedicados al Día de los Fiordos duran varios días: aquí hay simposios científicos, exhibiciones de fotos, reuniones de música..
Santo rey Olaf
A finales de julio, las celebraciones en honor del rey Olaf II, considerado un héroe nacional, tienen lugar en toda Noruega. Además, recibió los títulos de Patrono de Noruega, el hombre que hizo mucho para unir al estado e introducir el cristianismo en estas tierras..
Hoy, el lugar donde está enterrado el gran rey noruego es un lugar de peregrinación para muchos residentes de los países escandinavos. Se erigieron templos en honor a San Olav en toda Noruega, y en la pequeña ciudad de Styklestad, donde tuvo lugar su última batalla, los eventos festivos continúan durante toda la semana.
Los lugareños intentan reconstruir la era de Olaf II, participar en un festival de disfraces, ofrecer espectáculos al estilo de los teatros medievales, realizar otros eventos culturales..